Fuente de Cambios

“A mi estimado lector,

Muchas historias habrás leído sobre los que como yo, deambulamos en la noche y descansamos al amanecer. Tantas historias que hoy por hoy solo coinciden en algo, nuestra debilidad por la sangre. En este manuscrito tan soñado y deseado por la escritora, podrás sumergirte en las historias de todos los personajes y quizá, sentirte identificado con ellos. Parte de este relato está basado en hechos reales… (Carcajada) No, bromeaba… o ¿quizá no? Sin embargo, puedo asegurarte de que será una aventura llena de romance, pasión, magia e intriga. Todo da comienzo cuando en 1695 desaparezco dejando a mi esposa sola en una casa que yo mismo construí al pie de un acantilado. Mi desaparición sin duda lleno el corazón de mi amada de desesperación, quién se dejó la vida por encontrarme. Sin embargo yo, había pasado a mejor vida. Había nacido para hacer el mal, mi cuerpo aún dejaba pequeños trazos de lo que una vez fui, pero el tiempo eliminó pincelada a pincelada toda señal de humanidad de mi alma y me convirtió en un demonio. Más tarde mi historia, se convertiría en parte de la leyenda familiar y con ella una maldición. Ninguna mujer me correspondería jamás, salvo la última descendiente de mi esposa. Para ello esperaría casi de trescientos años en encontrarla. Pero lo que antaño formaba parte de una leyenda, no se cumplió como yo quisiera. La encontraría antes de tiempo y en una adolescente con los problemas típicos de la época y la edad. Temo enloquecer y acabar con todo y todos los que me rodean… pero tú, amado lector. Solo tú estas invitado a compartir esta intriga y esta desesperación conmigo. ¿Te atreves?”

D. Villa


lunes, 28 de diciembre de 2009

La muerte

La muerte

Al sentir la tercera campanada,

Al llegar la media noche.

Pude percibir el intenso olor a sueño,

Recorriendo mi cuerpo,

Con deseos de poseerlo.

Pero yo no quería ceder.

Me creía poderosa y no quería perder el control,

De aquello que había empezado a dominar.

Pero mi cuenta atrás ya había empezado.

Y aquellos malditos números,

Empezaban a tener poder sobre mí.

Intente huir, intente ocultarme…

De aquella oscuridad inmensa que nublaba mis ojos.

Note el dolor de mis parientes,

Y sus suplicas y sus llantos…

Entonces entendí, que todo había acabado…

La muerte había ganado.

Por fin, la noche eterna se había apoderado de mí.

Y todo lo demás…No había sido más que un sueño.


Primer escrito publicado en 2005 Segundo puesto en un concurso literario.

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